Cierto sujeto descansa a la sombra de un árbol. Un amigo le dice:
-Oye, ¿Por qué no vas a cortar leña?
-¿Para qué?
-Para venderla. Con ese dinero te compras un burro y entonces repartes la leña a domicilio. Ganas más dinero y te compas un camión; más tarde un aserradero y una flota de vehículos. De ese modo puedes llegar a formar un imperio.
-¿Para qué?
-Para ser millonario y poder descansar tranquilo.
-¿Y qué crees que hago ahora?
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